
El ser humano como valor y preocupación central: que nada esté por encima del ser humano ni que ningún ser humano esté por encima de otro.
Afirma la igualdad de todas las personas trabajando por la superación de la simple formalidad en derechos ante la ley para avanzar hacia un mundo de reales e iguales oportunidades para todos.
Reconoce la diversidad personal y cultural respetando las características propias de cada pueblo y condenando toda discriminación que se realice en función de la diferencia económica, racial, étnica y cultural.
Promueve toda tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables.
Afirma la libertad de ideas y creencias.
Repudia toda forma de violencia entendiendo no solamente a la violencia física como único factor. Sino a la violencia económica, racial, religiosa y psicológica como casos cotidianos y arraigados en todas las regiones del planeta.